Cuc habla sin parar pero con calma de su familia, de la vida en Vietnam ("very poor, but now better"), del hijo que murió hace un año, de cómo aprendió inglés en la escuela en los tiempos de los americanos. También habla de otro hijo, que vive en California y que manda dinero todos los meses, mil dólares. A veces se desvía para hablarme de una sobrina, 17 años, “very beautiful”, después de preguntarme si estoy casado, pero no pasa de ahí. Quang, siempre sonriente, asiente a medida que Cuc le explica por dónde va la conversación y de vez en cuando dice que está muy contenta de que me haya sentado con ellas. Me piden que repita sus nombres y Quang suelta una carcajada un tanto infantil cada vez que digo el suyo. Cuc no pierde un segundo y sigue con su tranquila verborrea.
-Nos gusta estar con los turistas, hablamos mucho con los americanos, nos gustan los americanos.
-Nos gusta estar con los turistas, hablamos mucho con los americanos, nos gustan los americanos.
-Pero ellos no se portaron bien aquí.
-No, había muertos todos los días, muchos muertos. Los soldados querían sólo sexo, “fuck”, sólo eso, era duro, "very bad".
No me atrevo a indagar más, a remover mierda. Me cuenta esto y se lo traduce a Quang, probablemente ella también vivió la guerra contra los franceses, rondará los 70 años. No hay ni un rastro de odio en su mirada. Quang, sin que se le borre la sonrisa, hace su intervención más larga, una filosofía de vida resumida en una frase que Cuc traduce al instante:
“No se portaron bien, pero eso fue hace mucho tiempo. Ahora somos amigos".
-No, había muertos todos los días, muchos muertos. Los soldados querían sólo sexo, “fuck”, sólo eso, era duro, "very bad".
No me atrevo a indagar más, a remover mierda. Me cuenta esto y se lo traduce a Quang, probablemente ella también vivió la guerra contra los franceses, rondará los 70 años. No hay ni un rastro de odio en su mirada. Quang, sin que se le borre la sonrisa, hace su intervención más larga, una filosofía de vida resumida en una frase que Cuc traduce al instante:
“No se portaron bien, pero eso fue hace mucho tiempo. Ahora somos amigos".
13 comentarios:
Muy bueno Eric, muy bueno. Me da a mí, y no es que sea muy avispado, que te quería liar con su sobrina jeje. Mira que no me gustan las entradas con mucho texto, pero esta ha sido buenísima.
Este blog va tomando carrerilla. Prometedor.
¿No has hablado con tus ex jefes para publicar estos textos?
Sólo por ellos merecería la pena comprar la Gaceta del Antiguo.
Gracias a todos. Fer, yo creo que le gustaba fantasear con esa idea sin llegar a tomársela en serio. Fotero, podemos hablar, ya te escribo un mail mejor.
Eric, eres un auténtico crack. Éstas son la clase de de historias que a uno le interesa leer en un blog. ¡Enhorabuena por el blog!
Me ha encantado el post Eric!!
(Yo, como era de esperar, no he empezado mi blog, pero, si la movidita vida en Sidney lo permite, lo haré pronto...)
Gracias, Asier y a ti también María. Espero que al final te animes a arrancar, a Asier no le digo nada porque no le veo muy por la labor, ojalá me equivoque.
Ese Gorriti !
Siento haber tardado tanto en aterrizar en tu blog, pero las alabanzas que de él se oyen, han hecho que sea una visita obligada.
He disfrutado enormemente con tus descripcciones y no puedo más que animarte a seguir con ello.
Noruega, Viet Nam, ... a este ritmo, cuando salgamos de gira, a Los Legendaries no nos quedarán sitios por descubrir !!!
Cambiando de tema, el otro día se paseó por Smalville Club un tal Norrat Djokovic, y digo se paseó, porque Marc todavía sigue buscando sus pulmones por la pista (6-4 y 6-2, rien à dire). Así que ya ves, el fortín inexpugnable se derrumbó.
Bueno, cuidado con los envites casamenteros de Cuc, y a disfrutar, que Junio llega pronto !!!!!
¡El Gorriti! Estaba esperándote. A ver cuándo cuelgo la historia de mi experiencia disparando una AK47.
Sé que lo vas a disfrutar como nadie.
Gracias por el enlace a mi blog y felicidades por tu destino. Visita los museos bélicos, creo que no tienen desperdicio.
Gracias por la recomendación, Sergio, encantado de verte por aquí.
¡Qué entrada tan buena! La quintaesencia de lo que debe de ser un blog, esas pequeñas historias que no tienen sitio en los periódicos de hoy en día.
Muchas gracias. La verdad es que empecé con mucha fuerza el blog y después fui dejándolo un poco, leyéndolade nuevo me ha dado pena no cuidar el blog tanto como antes. En fin, intentaré sacar tiempo para encontrar historias como esta que sí que encajan bien en un blog.
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