
Voy a ser claro, quiero audiencia. Como espectador televisivo avezado, sé lo que el público quiere:
caca, culo, pedo y pis. Y como me vendo por un puñado de lectores, se lo voy a dar. Habrá mil otros temas interesantes sobre la vida en Vietnam, seguro, pero yo soy así de básico y de momento voy a hablar de retretes, urinarios y bichos repugnantes. Quién sabe, quizá me convierta en el
John Waters de la blogosfera.
La cucaracha de arriba, por ejemplo, es uno de los primeros seres que conocí en este país. No es que nos hiciéramos amigos,no fui muy simpático con ella. Había invadido el baño de mi habitación de hotel pero, mala suerte, había volcado y no podía darse la vuelta. No tuve más remedio que agarrarla con delicadeza por una pata y tirarla por el retrete.

Y ahí quería yo llegar. A los retretes. Para conocer un país es necesario, con perdón, saber cómo cagan y mean sus gentes. Aclaro que no he comprobado cómo proceden los autóctonos vietnamitas, pero las instalaciones con las que he ido topándome han dejado algunas pistas.
Empecemos por los urinarios masculinos, que siempre queda más ligero que meternos en harina con el retrete puro y duro. Aquí, lo primero que llama la atención es la altura a la que están colocados, lógico, si se tiene en cuenta la estatura media vietnamita. Podía esperármelo antes de llegar y no supone una gran molestia. También es sorprendente, aunque no chocante, que algunos contengan un gran bloque de hielo o estén llenos de bolas de naftalina. Con lo que no contaba es con que en algunos sitios,la micción pasara del urinario a una tubería que desemboca en ... ¡¡¡el suelo del baño!!! Eso sí, en un rincón y al lado de un desagüe muy apañado.
Pero, bien pensado, tampoco es tan grave. Además, algunos establecimientos ofrecen posibilidades que nunca había imaginado, como la de evacuar aguas mientras se mira tranquilamente por el balcón. No se puede negar que es un punto a favor, que tome nota el sector de la hostelería para hacer frente a la cacareada crisis.

Y ahora que ya nos hemos hecho a los livianos urinarios con vistas a la calle podemos dar el gran salto a los retretes. Nada nuevo en la forma de apoyar las posaderas, nada de hacer malabares ni de ejercitar los músculos posteriores del muslo más de lo debido. La diferencia radica en la forma de limpiarse. Creo que habrá un consenso general en que el papel higiénico es un invento mejorable. Siempre me lo ha parecido. Hay veces en que por mucho insistir no resulta del todo eficaz, ya me entendéis. Siempre había pensado que debía de haber una forma mejor y menos contaminante. Y estaba en lo cierto.

El ojo observador habrá notado que a la izquierda de este trono cuelga un pequeño artilugio. Creía que era un sustituto de la escobilla, pero no. Cuando uno ha terminado de deponer, coge esa especie de mini ducha, la coloca en el lugar adecuado y un pequeño chorro deja todo limpio y sin irritaciones. Una maravilla. Desde aquí proclamo que el papel higiénico y yo hemos terminado. Al menos en los próximos doce meses.
7 comentarios:
Wenas, Eric!! O sea que peleándote con los bichos, eh? Vaya sorpresas te encuentras en Vietnam.
A mí me sonaba lo de que se limpiaban con agua pero no había visto nunca un cacharro como esos. A ver si sobrevives todo el año así, jaja.
¿Para qué lado gira el agua cuando tiras de la cisterna?
No me extraña que toques el delicado tema de los retretes conociendo las apabullantes anécdotas que has vivido en dichos lugares y que no me permitiría repetir en un lugar público como este.
Y al próximo bicho que te encuentres, te rogaría que lo invitases amablemente a salir de tu habitación o, en caso de negativa por su parte, lo depositaras suavemente en un lugar agradable y donde pudiera continuar con su inofensiva existencia. Gracias.
Ay...
La escatología.
Bendita disciplina.
Creo que es la primera 'ciencia' que aprendí y disfruté de verdad...
;-)
Un abrazo muy fuerte y a seguir escribiendo.
Por cierto. ¿Te sigue encantando el olor a napalm por la mañana?
Por supuesto Juan, el olor del napalm es lo que me trajho aquí. Tú tienes el olor de Napal, que no es lo mismo. Me estás calentando y un día de estos cuelgo el vídeo del gran Kilgore. Anónimo, el agua gira igual, por poco, pero estoy en el hemisferio norte. Si hago un viaje al sur te mantendré informado.
Bien, ya vamos bajando a los túneles...
Muy bueno Ander. Ya lo contaré, pero he estado en los túneles del Vietcong.
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