jueves, 27 de noviembre de 2008

"A veces se va la paz"

"¿Vietnam no destaca en ningún deporte?" Es una pregunta inocente, sin segundas intenciones, que levanta una nube de recuerdos amargos para Tin, el cuñado de mi casero. Charlamos un rato mientras tomamos café. Es profesor de matemáticas y tiene 56 años, pero no cree que llegue a los 60, o eso dice medio en broma, porque fuma demasiado. Lleva una vida apacible en Hoi An, es un lugar tranquilo, todos son amigos, no hay delincuencia, puedes dejar la moto en cualquier sitio y no te la roban. Nada que ver con Saigón con tanto ruido, no podría vivir allí aunque estén su hermana y su hijo pequeño. Al hablar de España la conversación se desvía de forma inevitable hacia el fútbol, Madrid y Baseloná, la Selección y la retahíla de jugadores que casi todos los vietnamitas recitan de carrerilla: Xavi, Torres, Villa, Iniesta, Fábregas...

Es entonces cuando le hago la pregunta que desata la tormenta de su memoria. "En bádminton somos quintos del mundo. Y nada más". Se calla dos segundos y prosigue sin cambiar de tono, impasible, como si no quisiera dejar que se cuele ningún sentimiento en su rostro, como si siguiera hablando de fútbol: "Hemos tenido demasiadas guerras, no podemos ser buenos en deportes. Un gran sufrimiento. Aquí, en Hoi An, cayeron muchas bombas. Murieron muchos amigos míos, mucha gente de mi edad, en todas las familias murió alguien. Destrozaron todo, cayeron bombas B52. Todavía hoy explotan, hay muchas, siguen muriendo personas, casi siempre niños".

Tin se refiere a las 65.000 personas que han muerto por las minas y las bombas abandonadas desde el fin de la guerra. La provincia de Danang, en la que él vive, es de las más afectadas. Según el Landmine Monitor Report, 48 personas han muerto en Vietnam por estos artefactos en lo que llevamos de año. Procuro no sacar estos temas cuando hablo con vietnamitas porque es caer en el estereotipo y porque sé que no les gusta recordarlo, quieren olvidar, pero cuando lo han vivido en sus propias carnes, resulta imposible. "Ahora hay paz en Vietnam", le digo.
"Sí, ahora hay paz, pero a veces explotan las bombas y se va la paz".

4 comentarios:

Ander Izagirre dijo...

Estupendo. El blog es cada vez mejor.

El Humilde Fotero del Pánico dijo...

Coincido con el compañero Ander.
Emocionante, una vez más, la historia que cuentas.
Un abrazo, Eric.

Eric dijo...

Muchas gracias a los dos. Uno hace lo que puede, pero estos comentarios animam a seguir.

Fernando dijo...

Muy buena la entrada Eric. Este fin de semana con Asier nos hemos acordado mucho de los tiempos cequeros, y he vuelto a ver vuestro video en el karaoke de Huertas jaja. Espero que todo vaya bien por allí.
Un abrazo