En 1858 una expedición militar franco española proveniente de las islas Filipinas desembarcó en la entonces Cochinchina para castigar la persecución que sufrían allí los misioneros católicos. Las tropas desembarcaron en el puerto Danang (Tourane, le pusieron los franceses) y siguieron hasta la capital imperial, Hue. La expedición que iba a ser de castigo e intimidación al emperador fue cambiando de objetivos y los franceses, que eran quienes llevaban la voz cantante, se lanzaron a conquistar Saigón para disponer de un puerto comercial en una zona dominada por los británicos. El contingente regresó a Manila en 1863, cinco años después, el tiempo suficiente para que Francia fundara la colonia de la Cochinchina y convirtiera Camboya en protectorado.
No tenía ni idea de esta historia hasta que Ander me dio la pista de unos soldados españoles enterrados por aquí desde aquella otra guerra de Vietnam. Buceando un poco en internet encontré referencias al episodio y menciones mínimas a lo que hoy queda de aquello: un interesante cementerio franco español construido en 1898 en el último confín de la ciudad de Danang. El camposanto, que no aparece en las guías turísticas, sigue en pie en una zona muy descuidada, junto al puerto, muy cerca del final de la carretera. No soy de los que se impresionan visitando tumbas, pero produce una extraña emoción contemplar un monumento así, con las inscripciones de algunas lápidas en castellano, en un lugar tan olvidado.
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9 comentarios:
Esto es el grumo de un reportaje, Eric. ¿Hay por dónde seguir?
Sí, hay más información por Internet y hace dos años un militar escribió un libro sobre el episodio. Tengo que investigar.
¿Y alguna fuente local? ¿Un historiador, un profesor, un cronista local? En la misma ciudad debe de haber información sobre ese cementerio y sus ya tiesos protagonistas, ¿no?
No es por dar trabajo ni sugerir indolentemente cosas que yo no tendré que trabajarme, pero si esa entrada es el grupo de un reportaje, el blog es el grumo de un libro.
Como poco contiene cinco o seis historias que bien podrían ser ampliadas y recopiladas en un único volumen...
Y perdón por la intromisión.
;-))
Bien, fotero, bien, sigamos pinchando a Eric.
Y sigue ahora con los museos militares, que en el fondo son cementerios. Felicidades de nuevo por el blog.
Bueno, bueno, que nos calentamos. Ander, lo del historiador local ya lo había pensado. Voy a volver por allí en Navidades con mi familia, que viene de visita, voy a intentar adelantar algo desde Saigón con los contactos que tengo en Hoian (a 30 kilómetros), los que nos acogieron tan bien con las sillas en la calle. El mayor problema, como siempre, será el idioma.
Fotero, muchas gracias, te puedes entrometer lo que quiereas, pero no sé yo si da para un libro, eso son palabras mayores. Aunque es verdad que el blog está compuesto de grumos, quizá por vagancia, o porque no tengo tiempo para más. Seguiré buscando grumos por ahí.
Sergio, muchas gracias, veo que insistes con los museos bélicos. Visité el museo de la guerra en Saigón pero de forma un poco apresurada, entré media hora antes del cierre. Sólo puedo decir que tenía buena pinta y que volveré, a lo mejor este fin de semana.
Increíble historia, desde luego que puede ser interesante y bonita para un reportaje.
Hace un par de años descubrí otra sobre españoles -republicaron que huyeron del país en 1939, en su mayoría- que se habían enrolado en la Legión Extranjera francesa nada más acabar la Segunda Guerra Mundial y que habían terminado destinados en Vietnam, luchando contra la Independencia de Indochina. No sé si a estos les recordará alguna placa...
Saludos,
Aurora
Gracias, Aurora. NO creo que a estos les recuerde ninguna placa porque las placas las suelen poner los vencesodres. Pero de todas maneras, intentaré informarme, menuda historia, guerra civil, guerra mundial y guerra de Indichina. Me recuerda a la historia del soldado del que hablan en Soldados de Salamina, que estuvo en la división Leclerc.
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