A Jesús, un empresario murciano que ya es veterano en Vietnam, le gusta mezclarse con los locales, comer en la calle con ellos en sus sillitas de pinipón y charlar tomándose una cerveza. Hace poco, nos hablaba de la falta de libertad en el país. "No hablan de política, están incómodos, no les gusta, tienen miedo de que alguien les oiga. Como mucho hablan bajito y con cuidado de quién esté alrededor".
Ayer me acordé de esas palabras y de lo acostumbrados que estamos a vivir en la anormalidad.
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