martes, 11 de noviembre de 2008

El peor equipo del mundo

Como hoy vuelve a jugar el mejor equipo del mundo contra el Madrid, toca hablar de fútbol. Y para contrastar, vamos a hablar del peor equipo del mundo. Porque la última selección en el ranking de la FIFA (puesto 200) está de enhorabuena: acaba de arrancar el primer punto de su historia en una competición internacional. Según informa el Vietnam News, después de seis años de sinsabores, la selección nacional de Timor Oriental, consiguió un empate a dos contra Camboya. Y hubiera ganado de no ser por un gol camboyano a diez minutos del final. El entrenador, un mecánico de motocicletas llamado Pedro Almeida no cabía en sí de gozo: “Es el primer partido que no perdemos y esperamos seguir mejorando”.
Almeida, de 53 años, arrastra más de un lustro de derrotas, y aunque lo soporta con una moral alcoyana, también se queja: “No tenemos recursos para mantener al equipo unido y apenas tenemos hierba para jugar”. Una muestra de estas dificultades es el vaivén en las alineaciones: han debutado doce jugadores en la selección en el último mes. “El equipo cambia constantemente porque los jugadores tienen familias y no tienen tiempo para entrenar después del trabajo. A los 21 ó 22 años tienen que dejarlo”.
La estrella del equipo, el defensa de origen portugués Alfredo Esteves, que ha llegado a vestir las camisetas del Minnesota Thunder y de los New Hamphsire Phantoms, no lo ve tan negro: “Tenemos muchos jugadores jóvenes y pensamos que el futuro será mejor para nosotros”.
En esta lucha por salir del pozo de la clasificación FIFA, Timor Oriental se tiene que jugar los cuartos con rivales de solera como las islas Cook, la isla de Montserrat o la Samoa Estadounidense (confieso que acabo de enterarme de la existencia de estos dos últimos territorios). Almeida cree que pueden ganar a esos equipos a nada que tengan una pequeña mejora en las instalaciones: un campo de fútbol con césped.

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Para hoy en el Bernabéu, me quedo con el lema de Obama, Yes we can. Además, Obama no es negro, es txuribeltz.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pablo a dit... Muy buenas. Yo esta noche animaré al Real Unión desde la grada del Bernabeu. Prometo animar tb en tu nombre. No dejes de seguir el partido por la radio como la última vez. Aupa Unión!

Eric dijo...

Por supuesto, estaré al pie del cañón con la radio. Van mi madre y mi hermano, a lo mejor les ves.

Fernando dijo...

Sólo a modo de cábala, te deseo suerte como la última vez. Ya nos contarás cómo se vive el partido desde Vietnam. Y cuidado con los árbitros, que ya ves lo que le pasó al Málaga el último fin de semana.

Eric dijo...

Gracias, Fer, a ver si se nos da suerte la cábala. Espero que los árbitros estén a la altura.

Anónimo dijo...

Eric, Guztiok gara txuribeltz!!
¡Desde los años 30 no se vivían tales hazañas!!

El Real Unión elimina al Real Madrid de la Copa del Rey tras el resultado de vuelta en el Santiago Bernabéu (4-3) - 22:58 h:

http://www.elpais.com/deportes/futbol/partido/RealMadrid-RealUni%C3%B3n-0300_07_02_0013_0857

Anónimo dijo...

Pablo a dit... Muy buenas. La historia se repite. El Real Unión marca el tercer gol en el minuto 44 de la segunda parte y derrota al Madrid...
Mi amona, sin haberlo vivido, me transmitió aquellas azañas de Etxebeste y Petit, de princios del sigo XX.
Esta noche, su nieto, un orgulloso irunés, ha tenido el privilegio de presenciar en primera persona y desde el Bernabeu este acontecimiento histórico.
La historia no ha muerto! El presente y el futuro es de los intrépidos, de los que no se resignan y sueñan con alcanzar lo imposible.
Aupa Unión!

Anónimo dijo...

Pablo a dit... desde Vietnam me corrigen "H"azaña. Sorry

Minqueta dijo...

La noche en vela habrá merecido la pena, no como otras que acaban en el Buscaplan...
A mí me han contado historias de lanzamientos de piedra y cosas por el estilo durante los derbys de antaño. No me las creía hasta ahora: acabamos de lapidar a Schuster!

Ander Izagirre dijo...

¡Oé, oé, oé!

Eric dijo...

Asier, te has quedado corte, desde los años 20. Ya no me voy a la cama. ¡Qué grandes! Y la rabia que me da no estar allí...