miércoles, 25 de febrero de 2009

Vejiga natatoria

La vejiga natatoria había quedado arrinconada en el cuenco junto a los últimos restos de caldo. Hasta ese día, nunca me había planteado que los peces tuvieran un órgano que controle su flotación, nunca había oído hablar de la vejiga natatoria e ignoraba que ese fuera el nombre del trozo de materia viscosa con pinta de piel de pollo transgénico que había ido apartando cuidadosamente mientras comía la sopa en la cena del año nuevo chino en casa de Alex. Fue su madre quien me explicó todas las virtudes del manjar y me animó a comerlo, al ser el invitado era el único que gozaba de ese privilegio. “Es muy bueno y muy caro, lo hemos comprado en tu honor”. No había salida. Ante las miradas expectantes de toda la familia, enganché la vejiga con el tenedor, me acordé del banquete de serpientes de Indiana Jones en el templo maldito, tragué casi sin masticar. Glubs. “Está bueno”. Y curiosamente lo estaba.

8 comentarios:

elena dijo...

Eric!, siento no haber dado señales de vida...ya veo que te cuidas bien por allí, o mejor, te cuidan...uhmm, qué rica la vejiga, pero, exactamente a qué sabía?? creo que te encargaré un par de ellas para cuando vuelvas.
Un beso fuerte

Anónimo dijo...

Pablo a dit... Retiro lo dicho en mi email. Veo que actualizas con mas frecuencia de la que creia (aunque menos de la que quisiera). Hago mia la pregunta de Elena, ¿a qué sabe la vejiga natatoria?

Anónimo dijo...

¿Has notado si ahora flotas más?

elena dijo...

Pablo!!! eres tú?? qué bueno, cómo te va por Madrid, cuéntame qué es de tu vida....sigues currando como picapleitos en el despacho, jejeje

un abrazo!

Anónimo dijo...

Pablo a dit... ¿Por qué todo el mundo utiliza el término picapleitos? Y luego, cuando hay un problema legal ¿a quién acudimos? En fin, cuánto daño han causado a esta noble profesión Rodríguez Menéndez y las pelis americanas. Sí, soy yo, y sigo en Madrid pero por poco tiempo. El lunes 2 de marzo empiezo en Bilbao (mismo despacho pero distinta oficina). Son más de 5 años los que llevo en la capi y aunque ilusionado por el cambio, me da pena dejar todo esto... ¿Y tu? ¿Sigues de matasanos en León ;-)? Un fuerte abrazo!!

elena dijo...

Bilbao!!, al fin, si es que la cabra tira al monte...:D. Pues en efecto, estoy de matasanos en León y findes en Pucela. Si pasas por aquí no dudes en llamarme,eh? me alegro mucho de saber de tí. Que la fuerza te acompañe!!!!

Anónimo dijo...

Pablo a dit... Muchas gracias Elena. Igualmente. Espero que nos veamos en breve. Te doy mi email para que sigamos en contacto, que sino El Vietking nos va a matar (garrotevil@yahoo.es)
Un abrazo!
PD: Eric, no nos dejes con la intriga sobre el sabor y efectos secundarios de la vejiga!

Eric dijo...

No recuerdo bien el sabor, no era fuerte en todo caso. Lo que sí recuerdo es la agradable textura, parecida a la de las kokotxas. No hay problema elena, volveré cargado de vejigas. Y sí, desde entonces voy flotando.
Pablo, Elena, a mí no me importa que os comuniquéis vía blog, pero supongo que preferís algo más de intimidad. No somos muchos, pero algún que otro lector sí que hay.