"Ya soy como los vietnamitas. Sólo me faltan la raza y el idioma".
Frase del gran Nacho digna de Groucho Marx
Aquí soy extranjero de verdad. Nunca lo había sido tanto porque apenas había salido de Europa, donde todos más o menos nos parecemos y podemos entendernos. Aquí soy extranjero desde que pongo un pie en la calle, no se puede disimular, lo soy por cuestiones tan simples como las que apunta el compañero Nacho: la raza y un idioma sin ninguna relación con los que conozco. Esto último puede dar lugar a equívocos que, si nos los tomamos bien y somos conscientes de quién es el que se tiene que adaptar a un mundo distinto, pueden ser divertidos.
Mi madre no tolera la pimienta, lo que nos ocasionó problemas en un país en cuya gastronomía han quedado algunas huellas de la presencia francesa. Siempre que pedíamos en un restaurante, especifícabamos que todo debía ser sin pimienta, a veces funcionaba y a veces no. Eso hicimos en Hue, "no pepper", le indiqué varias veces a la camarera, que repetía mis palabras como un niño que teme olvidar la lección. "No pepper", insistió para terminar de ganarse nuestra confianza cuando terminó de tomar nota.
La cosa iba bien, no habría que diseccionar los rollitos para comprobar su contenido, por fin podíamos estar seguros de que nos habían entendido. Todavía estábamos regocijándonos cuando la chica volvió con un plato de carne de buey y verduras desde el que nos miraban, desafiantes, decenas de puntitos negros. "No pepper", afirmó con una desconcertante satisfacción por el deber cumplido. En ese momento yo navegaba entre la perplejidad y la indignación, no podía ser que nos estuvieran tomando el pelo con tanto aplomo así que la increpé mostrando los puntitos negros: "Dijimos que no queríamos pimienta, no pepper". La chica, lejos de ruborizarse, seguía en sus trece. Sonrió, señaló el papel de arroz con el que envolvían su carne los comensales de al lado y volvió a su peculiar letanía: "no pepper, no paper". Quedé desarmado.
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1 comentario:
Eso os pasa por saber idiomas...
;-)))
Divertida anécdota...
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