jueves, 11 de noviembre de 2010

Clases de tagalo

Después de un año por aquí, me he dignado a empezar clases de tagalo, el idioma más o menos común a todos los filipinos, aunque sólo es la lengua materna de la tercera parte de la población (los de Manila y alrededores, principalmente). En cada región predomina un idioma, por ejemplo, en la zona de Zamboanga, al sur, está el chabacano, que es el más similar al español, lo he oído hablar y el parecido es asombroso.
Hablar tagalo no es indispensable para vivir en Filipinas, se puede pasar con el inglés (el español está extinguido casi por completo), que casi todo el mundo entiende, al menos a un nivel básico. Pero resulta frustrante estar en situaciones en las que todo el mundo habla el idioma y no entender nada. También creo que me puede ayudar en mi trabajo, cuando voy a zonas deprimidas en la que la mayoría de la gente no pudo aprender inglés en el colegio.
Aunque es difícil asimilar algunos conceptos gramaticales novedosos para mí, para un castellano parlante aprender la lengua debe de resultar mucho más sencillo que para un inglés o un francés por la multitud de vocablos (dicen que 20.000) heredados del idioma colonial. Por ejemplo, la gente cuando se saluda dice "komustá", una de sus seis comidas diarias es la merienda, que se sirve en una "mesa" y se come con "kutsara", "kutsilyo" y "tenedor". Los niños van a la "eskwela" y sus padres al "trabaho". Ahora muchos se desplazan en "kotse" pero sus abuelos iban a "kabayo". Aquí van algunos ejemplos más elegidos al tuntún en mi libro, absténganse los maniáticos de la ortografía.

amo: jefe (muy reveladora del pasado colonial)
bintana: ventana
reló: reloj
tindéra: tendero o tendera
basura (pues eso)
mesa
makina: máquina, motor
sige: de acuerdo, adelante
pasahéro: pasajero
eroplano: avión
prutas: fruta

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