lunes, 28 de marzo de 2011

Pena de muerte

La historia de Sally Ordinario-Villanueva es muy pequeña si la comparamos con la que está cayendo en Japón o Libia, pero me parece estremecedora y ilustrativa de cómo funciona el mundo. Su declaración jurada aparecía hoy en un periódico filipino.

Sally es una mujer filipina de 33 años, casada, con dos hijos de 12 y 9 años y originaria de la provincia de Isabela, una de las más pobres del país, castigada varias veces al año por los tifones. En abril de 2007, Sally emigró a Macao para trabajar como empleada doméstica. En el año largo que pasó en la antigua colonia portuguesa conoció a una mujer filipina, Mapet Cortez, con la que no le costó trabar amistad al ser ambas oriundas de la misma provincia. El tiempo compartido con Mapet y otros compatriotas le ayudó a sobrellevar la estancia en tierra extraña, lejos de su familia.

En diciembre de 2008, cuando Sally ya había regresado a Filipinas, recibió una llamada de su amiga Mapet. Le ofrecía un negocio interesante: importar móviles baratos de China para venderlos en Filipinas. Sally, que en aquel momento estaba en el paro, aceptó. El 22 de diciembre, todos los trámites estaban arreglados para que Sally volara a Xiamen, en China, dos días después. Mapet le dijo que no hacía falta que llevara ninguna maleta, que ella le prestaría una vacía y le daría 500 dólares para cubrir los primeros gastos de su estancia. También le dio el nombre de su contacto de trabajo en China y le dijo que, una vez allí, sólo debía cumplir las órdenes de esta persona a cambio de un salario de 25.000 pesos mensuales (unos 400 euros).

El día de Nochebuena de 2008, Sally no pudo ponerse en contacto con esa persona de cuyo nombre no se acuerda porque fue detenida en el control de aduanas del aeropuerto de Xiamen. La Policía china halló en falso fondo de la maleta 4,11 kilogramos de una sustancia blanca que resultó ser heroína. Fue acusada de tráfico de drogas y condenada a muerte en julio de 2009. Apeló a todas las instancias posibles, pero su sentencia fue confirmada.

En un intento desesperado, el vicepresidente filipino viajó a China el mes pasado para tratar de rebajar su pena y la de otros dos filipinos condenados a muerte por delitos similares, pero sólo consiguió una prórroga de un mes. Si no media un milagro, Sally será ejecutada este miércoles 30 de marzo junto a sus dos compatriotas. De los verdaderos criminales, los que nunca dan la cara y se lucran utilizando a inocentes como "mulas", no se sabe nada.

4 comentarios:

Ander dijo...

Uf, uf.

Anónimo dijo...

Pablo a dit...
Ha informado sobre este asunto la prensa española? Quizás dandole publicidad al tema se pueda conseguir hacer algo de presión.

Eric dijo...

Nada, ya les han ejecutado. Si no ha surtido efecto ni que saliera en el NY Times poco había que hacer, los chinos son muy suyos. De hecho, las autoridades chinas ni siquiera han informado de la ejecución.
http://feeds.univision.com/feeds/article/2011-03-30/conmocion-en-filipinas-por-la?refPath=/noticias/mundo/noticias/

Anónimo dijo...

Salvatore a dit...
Lamentable historia.
Luego va Zapatero a China, encantado de le sigan comprando deuda pública, y sólo pasa de "puntillas" sobre el tema de los derechos humanos...