Ya vimos alguna vez aquí cómo se las gasta el régimen comunista en Vietnam. Entre sus pequeños logros de los últimos meses figura el bloqueo de Facebook, a imagen y semejanza de su odiada y admirada China. Ayer fueron un poco más lejos con una condena demencial. Horas antes de esa sentencia, salió una noticia sobre los deberes del buen periodista según el primer ministro vietnamita. Nguyen Tan Dung advierte de que los periodistas "deben comportarse como leales soldados que sirven a la nación y no difundir información que perjudique los intereses nacionales".
La prensa vietnamita cumple este precepto casi siempre, algunos periódicos merecerían todo tipo de condecoraciones por su abnegada "defensa de la patria" y otros se dedican a cumplir y matan el gusanillo contando algunas miserias del país, procurando no tocar a ningún pez gordo. Pero, bien pensado, no hace falta irse hasta Vietnam para ver periodistas que parecen encantados de servir al poder, de comportarse como leales soldados. Sé que muchos tragan bilis para complacer a sus jefes, que suelen ser los que se prestan a estos servilismos. En la frase de Nguyen Tan Dung, cambiemos "nación" por "partido político", o por "corona" o, por encima de todas las cosas, "interés empresarial". Vietnam no está tan lejos.
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Otro día tocamos el tema de la prensa en Filipinas, donde hay libertad sobre el papel, pero donde los caciques locales pueden cargarse a 30 periodistas, como ocurrió hace un par de meses en la isla de Mindanao. Ahora que se acercan las elecciones (10 de mayo), crecerá la presión sobre los periodistas de provincias que se atreven a meterse con el poder local.
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1 comentario:
Bien visto, Eric. No llegamos a ser Vietnam, claro, pero tampoco estamos para dar demasiadas lecciones.
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