En el mes y medio que llevo trabajando en Manila, he ido adaptándome a la forma de escribir de una agencia, que es todavía más restrictiva que la de los periódicos. Me acuerdo de este párrafo de Kapuscinsky en Los cinco sentidos del periodista, aunque mi caso no sea exactamente el mismo.
"Escribir para una agencia de noticias es un trabajo duro, de gran tensión y nerviosismo, puntuado por entregas al jefe, que pide noticias cortas por aquello de los costos, el tiempo y la competencia. Se hace un periodismo formal y pobre, de no más de 800 palabras. Una tortura".
Por suerte, la agencia Efe vende un producto llamado Crónica, que es un pequeño reportaje en el que cabe más o menos de todo y que deja al redactor algo más de libertad. Desde hace pocos meses, muchas de esas crónicas van acompañadas de vídeo. Hace unos días me fui en busca de lo que queda de las monstruosas inundaciones que destrozaron la ciudad unas semanas antes de mi llegada. El taxista me iba diciendo hasta donde llegaba el agua hace un mes por cada sitio que pasábamos, pero me insistía en que ya no quedaba ninguna zona inundada. Al final, tras mucho preguntar, dimos con un barrio de chabolas en el que los vecinos se han acostumbrado a vivir con el agua hasta la rodilla. Paseé por la zona, hablé como pude con los vecinos, me monté en las balsas en las que se mueven, visité una de las chozas y llené de agua el interior de mis botas de goma, no lo bastante altas. De aquellos lodos, salieron este vídeo y esta crónica.
Miles de filipinos aún viven en zonas inundadas dos meses después del tifón
Manila, 28 nov (EFE).- Dos meses después de que la feroz tormenta tropical "Ketsana" inundara más de la mitad de Manila, miles de filipinos subsisten en insalubres chozas anegadas por el agua, que les obliga a desplazarse a bordo de precarias embarcaciones.
Esa situación afecta a unas 400.000 personas, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, la mayoría habitantes de los andurriales de la metrópolis filipina.
Taytay, un arrabal de la capital situado junto a la Laguna de Bay, es desde el paso del "Ketsana" un inmenso cenagal en el que sus habitantes conviven con el agua ponzoñosa que llega hasta la rodilla de los adultos, y ha transformado las callejuelas en canales.
Los lugareños se mueven con asombrosa naturalidad en improvisadas barcas construidas con tablas, troncos, basura, trozos de corcho y bidones vacíos sobre las que las niñas colocan sillas de plástico para preservar de la porquería su impoluto uniforme escolar.
Otros niños tienen menos remilgos y se revuelcan en las zonas menos profundas, sin que sus padres parezcan preocupados por la latente amenaza de la leptospirosis, una enfermedad bacteriológica provocada por la contaminación del agua por excrementos de ratas que ha causado 167 muertes en Manila desde las inundaciones.
A la Administración ni a los residentes de esta barriada parece extrañar que la profundidad del agua en las calles supere el medio metro cuando ya han transcurrido dos meses desde que se produjo la tromba de agua, y tampoco hacen nada para remediar la situación.
Este barrio es uno más de entre los muchos de Manila que tienen obstruidos los sistemas de drenaje a causa de la acumulación de basura y las remodelaciones urbanísticas realizadas a libre albedrío.
"Los días después del tifón, todo era agua, llegaba bastante más arriba de la cintura en zonas que ahora están casi secas, pero ahora estamos muy bien", comenta a EFE sin perder la sonrisa Cecile, una vecina de la zona que no se plantea irse a vivir a otro sitio por miedo a que su marido, conductor de autobús, no encuentre trabajo.
Otros no tienen opción, el Ejército lleva semanas evacuando a cientos de familias de las zonas más próximas a la laguna a unas viviendas sociales en la localidad de Montalbán, más alejada de la capital.
"Es cierto que a algunos les obligamos a mudarse, pero las condiciones de vida junto a la laguna son insalubres y no nos queda más remedio, el Gobierno ha prohibido vivir ahí", argumenta Ramiro Torrentino, responsable municipal de Asuntos sobre la Pobreza.
Randy, de 37 años, es uno de los elegidos por el Gobierno para trasladarse a las viviendas sociales, pero no sabe cuándo llegará su turno y mientras espera, sigue reparando el tejado de su chabola con entusiastas golpes de martillo.
"Soy electricista y no quiero mudarme, cerca de Manila siempre encuentro algún trabajo, pero en la nueva ciudad será más difícil", se lamenta con resignación.
Las familias que creen que su traslado puede ser inminente se apostan con sus bártulos a un lado la calle principal del barrio, la única totalmente libre de las aguas y el lodo, a la espera de que los miembros del Ejército que rondan por la zona les den permiso para montarse en los remolques de los camiones que les llevarán a su nuevo hogar.
Los que se quedan seguirán viviendo en condiciones insalubres y desplazándose en sus peculiares embarcaciones durante al menos un mes más, según las previsiones más optimistas.
Torrentino vaticina que "si continúa el clima seco de las últimas semanas, a finales de año ya habrá desaparecido el agua". EFE
El paso de "Ketsana" y del tifón Parma dejó un aterrador balance de 46.000 casas totalmente destruidas y 261.000 viviendas con daños parciales.
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6 comentarios:
Tremendo, Eric. Y muy buen trabajo. Lo único, tómate unas claras de huevo o fúmate unos puros o haz gárgaras con pacharán o algo, porque tienes la voz muy cambiada.
Gracias, Ander, debe de ser cosa de la dieta filipina.
Yo sólo tomé las imágenes, hice una selección y lo mandé a Madrid, donde lo editaron y locutaron.
¡Bravo, Eric!
¿Es tu estreno en Efe?
Porque hace unos días ya anduvimos poniendo tu nombre en el buscador de NG para ver si publicabas algo...
¡Un abrazo muy fuerte!
Gracias, Juan, solo es mi estreno en video, en efe y en general. De momento he firmado dos cosas mas: una sobre los paises del Pacifico que se hunden y una sobre la prohibicion de un partido gay en las elecciones. Tambien le hice una minientrevista a Luis, Goytisolo que salio en DV, pero no iba firmada.
Un abrazo!
Zorionak Eric!
Da gusto leerte.
¿Te da tiempo a venir a la corderada del viernes en Batis, a Santo Tomás?
Si no organizaremos algo, ¿no?
Muxu haundi bat!
¿Corderada?
Qué pena. Llego el 19 a nuestro país del Bidasoa así que no llego por un día. Pero en Santo Tomás estoy seguro.
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