La pista me la dio una noticia del Vietnam News que hablaba de una granja en la que los ponen canciones de amor a los cocodrilos para que se tranquilicen. Después de una rápida primera visita en la que dimos de comer peces a los bichos con una especie de caña y probamos su carne, de textura similar a la del pollo (¿por qué todo lo raro se parece al pollo?) y sabor a medio camino entre la carne y el pescado, decidí ir una vez más para sacarle algo de jugo a este asunto.
En esa segunda visita a la granja de Hoaca, nos acogió a Nacho y a mí Hung, el presidente de la empresa, que empezó en 1987 con un cocodrilo macho y otro hembra y hoy tiene un imperio de 20.000 reptiles en varias granjas del sur de Vietnam.
“Aprovechamos todo del cocodrilo”, dice con orgullo. En el mismo recinto que la granja está la factoría en la que 60 trabajadores transforman la valiosa piel en zapatos, bolsos, cinturones y monederos.
Durante las tres horas que duró la visita, nos enseño la fábrica, la guardería que está construyendo para los niños de las trabajadoras, la biblioteca y el gimnasio que tiene previsto hacer para sus empleados, el museo y, por supuesto, los estanques en los que viven amontonados los temibles reptiles, a los que volvimos a dar de comer. Mientras nos lleva por sus dominios, Hung no para de contar anécdotas sobre sus queridos monstruos, como el origen del nombre aligator, deformación del español lagarto. Cuando vemos que los bichos se ponen casi en vertical para tragar la comida, nos explica que utilizan la fuerza de la gravedad para poder ingerir alimentos, no pueden tragar por sí mismos. “Por eso no hay cocodrilos en la luna”, bromea.
La visita termina con los ejemplares más jóvenes, de apenas quince días y que son completamente inofensivos. También pudimos sujetar un huevo de cocodrilo, momento que Hung aprovechó para ilustrarnos sobre la influencia de la temperatura en el sexo del animal: si los huevos se incuban a temperaturas de entre 28 y 31 grados, nacerán hembras y de 31 a 33 grados, son machos los que rompen el cascarón.
1 comentario:
Hola Eric,
mi nombre es Luis Calero, soy reportero del programa "Españoles en el mundo". Es un programa de televisión española que consiste en viajar a distintos países y conocerlos de la mano de los españoles que viven allí. Te escribo porque la semana que viene viajamos a Ho chi min y estoy buscando a españoles que vivan allí. He leído tu blog y me ha encantado. Me gustaría hablar contigo. Mi teléfono es el (0034) 636.955.827 y mi mail es caleroll@hotmail.com. El programa lo puedes ver en www.espanolesenelmundo.net.
Espero noticias tuyas.
Muchas gracias por tu atención.
Un saludo,
Luis.
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